BENITO FERRER

BENITO FERRER
BENITO FERRER

La Casa Ferrer es una de las guitarrerías más antiguas de España. Fundada en 1875 por Benito Ferrer Martín estuvo primero instalada en el Albayzín, luego en el Realejo, después en el barrio de Santa Ana y por último en La Churra y la Cuesta de Gomérez, donde permanece en la actualidad. Desde su creación, hasta nuestros días, la familia Ferrer regenta este establecimiento de reconocida fama y lugar de formación de varias generaciones de guitarreros. En la actualidad, están al frente de la Casa Ferrer, Ana y Eduardo Durán Ferrer, miembros de la cuarta generación.

1ª GENERACIÓN (1875-1925): BENITO FERRER

Benito Ferrer Martín (1855-1925) nació en Granada. Era hijo de un ingeniero de caminos. Cursó estudios de Notaría, actividad que compartía con actuaciones en las zambras. Podemos considerarlo entre los pioneros de esta actividad, puesto que figura entre los instrumentistas de la Zambra del Capitán Juan Amaya, creador de estos espectáculos que se representaban como un reclamo turístico, ofreciendo una muestra del folklore granadino.

En esta Zambra, Benito tocaba la bandurria. Era habitual que la parte instrumental de las representaciones estuviera a cargo de bandurrias, laudes y guitarras, aunque desde los años sesenta del siglo XX, sólo estas últimas se deja oír en las cuevas donde tienen lugar las zambras.

SU PRIMERA CREACIÓN: UNA BANDURRIA

Un infortunio casual convirtió a Benito Ferrer en luthier, aunque muchos guitarreros suelen evitar esta palabra. Su bandurria se rompió y no era posible arreglarla. Ante esta circunstancia, decidió hacerse su propio instrumento. Terminada su labor, decide añadirle una innovación, dotándola de cuerdas metálicas que sustituyeran a las que solían utilizarse y que estaban realizadas con tripa.

La bandurria no aguantó la tensión de las cuerdas metálicas y se rompió.

Tras su fracaso inicial, decidió contar con la ayuda de un amigo dedicado a la física, con la intención de que le indicara cómo hacer la nueva bandurria. Se trataba de reforzar la consistencia de esta segunda obra. Además decidió realizar el trabajo con la colaboración del guitarrero José Ortega, que entonces formaba parte del taller de los Hermanos Valle. Con la ayuda de ambos lo logró. Nunca se deshizo de aquella bandurria.

GUITARRAS Y LAUDES

Esa contribución de la ciencia física a la construcción de instrumentos, la aplicó también a las guitarras y los laudes. Además decidió ampliar sus conocimientos. Para ello tomó contacto con otros guitarreros de la época. Por aquel entonces ya trabajaban en Granada un grupo de artesanos dedicados a esta labor. Eran Agustín Caro y Antonio Llorente que estaban instalados en la Calle Solarillo de Santo Domingo, Rafael Vallejo, el mencionado José Ortega, los Hermanos Valle, Nicolás y Antonio, cuyo taller estaba en la calle Elvira, y José Pernas.

Ortega, los Valle y Pernas fueron quienes lo instruyeron, aunque Ferrer consideró al último como su maestro. El éxito de sus instrumentos fue tal que decidió abandonar el Derecho para dedicarse en exclusiva a esta otra profesión. Es así como en 1875 monta taller propio en la calle Jarrerías. De esta manera nace la Casa Ferrer. Con él trabajan José Ortega y su hijo Manuel. Desde esta primitiva dirección se mudaron al Callejón de las Campanas y después a la Calle Santiago.

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