VICENTE ARIAS

VICENTE ARIAS
VICENTE ARIAS

Vicente Arias nació en Alcázar de San Juan el 27 de octubre de 1833, y murió en Madrid el 20 de enero de 1914. 

Era hijo de Juan Arias y de Bernabea Castellanos. Fue el mayor de seis hermanos.

Parece que la familia, teniendo Vicente ya 18 años, tras un breve paso por Daimiel, recaló al fin en Ciudad Real en 1850. Su padre falleció y su madre pasó a regentar un estanco en la calle Arcos. Vicente tenía que buscar el sustento y ya en Ciudad Real, aprende ebanistería con una habilidad poco habitual y abre un taller en la calle Paloma 12. 

Pronto adquiere gran prestigio en su oficio y en el ámbito de la madera y además de su taller, ayuda en el taller del guitarrero Juan Vicente Ruiz, en la calle Arcos, misma calle del estanco materno.

Es aquí, con Juan Vicente Ruíz donde comienza la fabricación de guitarras hasta que se independiza y empieza a fabricarlas en solitario.

En 1879 el gran guitarrista y compositor Francisco Tárrega encargó a Vicente Arias la fabricación de una guitarra especial, un poco mas  pequeña y manejable. El resultado fue tan bueno que Vicente Arias se dedicó a perfeccionar el nuevo formato de sus guitarras hasta convertirlas en magníficas obras de arte.

En el año 1889 aún seguía en su taller de la calle Paloma de Ciudad Real.

Tras enviudar, bastante tiempo después contrajo segundas nupcias en 1910 con Josefa Puertas de Robles, natural de Lanjarón (Granada), de la que no tuvo descendencia.

En los años 1898 y 1900, después de años de un trabajo ya contrastado y una excelente publicidad y prestigio personal, su nombre comienza a aparecer en las guías comerciales o Anuarios del Comercio Bailly-Baillière (especie de enciclopedia comercial de la época). 

Aparecía allí como fabricante de guitarras en Ciudad Real. En las ediciones posteriores sigue apareciendo como luthier pero ya con residencia en Madrid, donde trasladó su negocio en 1900, ya que la gran mayoría de sus guitarras las vendía en la capital y debía transportarlas, tarea difícil en la época dada la delicadeza de los materiales y el riesgo para la integridad de sus excelentes instrumentos. 

Instaló su taller en la calle Santa Isabel 20; y su domicilio particular, en la calle del Álamo 3, donde vivió hasta su fallecimiento, el 20 de enero de 1914.

Recibió múltiples reconocimientos internacionales, diplomas y medallas en las Exposiciones Universales de Barcelona en 1888 y en la de París en 1900.

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